El olor de la tierra se combina con aroma de mujer
Liset Lara Velásquez es una de las más de 17 mil mujeres que en Sancti Spíritus integran el movimiento productivo Celia Sánchez Manduley.
En la Coperativa de Créditos y Servicios Fortalecida Julio Calviño, en el poblado espirituano de Banao, se siente su presencia gracias al apoyo que brinda a su familia campesina.
“Además de las actividades caseras, ayudo a mi esposo a preparar el desayuno a la hora de partir para el campo, el de los obreros, le llevo la merienda donde están trabajando, les preparo el almuerzo; pero también me dedico a la cría de cerdos y a la de aves”.
“Las tareas domésticas las compartimos entre todos, mi esposo e hijo me ayudan”.
Combinar el magisterio con las labores en el campo ya no resulta tarea difícil para Liset, quien asegura poner todo su empeño.
"Yo considero que las tareas del campo no son difíciles porque todo lo que uno se propone y se hace con esmero es más fácil. Ahora si hay que dedicarle tiempo y dedicación. Yo combino el trabajo, como maestra y el del campo".
El trabajo en el campo no disminuye la feminidad de la mujer, asegura la espirituana Liset Lara Velásquez, quien revela algunos de los secretos para mantener el encanto
“Yo no soy nativa de aquí, soy criada en la ciudad pero me casé y mi destino fue el campo. Pero se que uno debe cuidarse; por ejemplo: sabemos que los rayos ultravioletas son dañinos para las personas pero podemos protegernos con camisas y sombreros”. “El trabajo en el campo es igual a otro, nosotras nos arreglamos el cabello y las manos, tratamos de vestirnos igual que cualquier otra mujer. Cuando se hacen actividades de la cooperativa reina la belleza femenina, ¡yo los invito a venir acá!”
Liset Lara Velásquez es solo un ejemplo de quienes integran el movimiento Celia Sánchez Manduley en Sancti Spíritus; esas que se distinguen en los oficios más insospechados.
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