Suman 497 para la ciudad museo del Caribe
Cronistas de la época señalan el día 4 del mes de enero de 1514, como el de la fundación de la Villa de Trinidad. Esto es lo consignado por los historiadores de Indias y sus comentadores pero no se ha presentado un documento convincente; y las cartas del Adelantado Diego Velázquez a la Sacra Majestad no contienen datos detallados de la fundación, sino informes de las Villas fundadas.
Existe consenso entre los historiadores para dejar por sentado que La Trinidad, nombre con que aparece registrada en los más antiguos documentos, fue la tercera villa fundada por las huestes del conquistador.
La misa de fundación de la villa fue oficiada por Fray Bartolomé de las Casas antes del 10 de febrero de ese mismo año, razón que explica porqué se ha establecido como fecha fija de celebración el segundo domingo del primer mes del año.
El asentamiento sólo duró unos meses en el cacicazgo de Jagua para luego ser trasladada a orillas del río Guaurabo, donde abundaba el oro y la mano de obra indígena.
En la segunda mitad del siglo 18, el despliegue de la industria azucarera en el Valle de los Ingenios abonó el crecimiento demográfico con la entrada masiva de esclavos y de una inmigración procedente de Santo Domingo, Haití, La Florida, Canarias, Alemania, Estados Unidos, Francia, Inglaterra e Italia.
El desarrollo económico que trajo el boom azucarero durante la segunda mitad del siglo XVIII y la primera del XIX propició que en breve plazo se levantaran casonas y palacios como los de Brunet, Bécquer, Cantero, Iznaga y Borrell, se empedraran las calles que surgían en torno a las plazas y se construyeran iglesias y teatros.
A mediados de la década de 1840 todo el esplendor alcanzado se desmoronó como consecuencia del agotamiento de las fértiles tierras del Valle de los Ingenios.
A pesar de la crisis económica las tradiciones se mantuvieron vivas en el desempeño de los artesanos del barro, del tejido con yarey y con hilo, el bordado, que se desarrollaron para suplir la carencia de empleos. También pudieron sostener su legado las sociedades de instrucción y recreo, fraternales y religiosas.
Luego del triunfo de la revolución se llevo a cabo en la villa de trinidad un proceso inversionista que la convirtieron en uno de los polos turísticos más importantes del país y en un foco cultural rescatado y conservado. Esfuerzo que se vio coronado en 1989 cuando la UNESCO declaró a Trinidad, junto con su Valle de los Ingenios, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
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andy -