Pestana: Sancti Spíritus guardará tu espátula
La cultura espirituana vuelve a vestir de luto, esta vez; en honor a Felix Pestana, ese hombre que manejaba la espátula a su antojo y movía el pincel para combinar colores e ideas.
Todavía me parece que fue ayer cuando lo conocí; allí, en ese espacio donde Oscar Fernández Morera divisaba la ciudad del Yayabo ocurrió nuestro primer encuentro. Yo, apenas era una recién graduada con modestos conocimientos de artes y letras, él, era una persona culta que por su profesión de maestro irradiaba conocimiento.
Ese lugar, donde ahora radica la Galería de Arte permitió entonces que lo conociera mejor como artista. Allí me habló de sus obras, de las técnicas que aplicaba y de su predilección por la espátula y por el impresionismo.
A través de esa respetuosa relación conocí también su apretado estudio de trabajo; luego como periodista me llevó a su nuevo hogar donde un espacio más amplio permitía divisar una mayor cantidad de sus trabajos.
Felix Pestana Cabrera se convirtió para mi en un hombre admirable por su constancia, por su amor a la vida, por esa sonrisa afable que casi a diario me regalaba cuando nos encontrábamos, yo de regreso a mi casa, él en su acostumbrada carrera para ejercitar su cuerpo y su mente.
Rincones de Sancti Spíritus, fachadas y paisajes urbanos y rurales quedan ahora en los lienzos donde cada día reflejaba sus encuentros con las musas, esas que nunca lo abandonaron aunque aparentemente estuviera ausente de los círculos culturales.
Ahí lo veo: en los salones Morera, en los de pequeño formato y en otros eventos convocados en Sancti Spíritus. En su pequeña Galería en el centro de la ciudad diviso aún sus obras; en el Hotel Plaza, en la casa de la UNEAC… en tantos lugares del mundo. Así lo recordaré siempre, como el artista; porque dejó suficientes motivos para evocarlo como uno de los grandes pintores espirituanos.
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